Hola todos



Os doy la bienvenida a este nuevo blog, que sólo pretende ofrecer relatos de calidad a los lectores y alguna que otra cosa que irá surgiendo.



Espero que lo disfruteis, y agradezo de antemano a todos vuestros comentarios y participación. Saludos



16 de marzo de 2012

Mi amiga y yo

Esto sucedió una tarde de invierno no muy lejana.
Mi calentador se había roto recientemente y yo, debido a mi trabajo, camarero, tenía que estar siempre impecable, no obstante, como el fontanero tardaría un par de días en venir no me preocupé en exceso.


Al día siguiente, viernes, mientras trabajaba recibí un sms de una amiga que venía de visita a la ciudad ese fin de semana y me comentaba que le gustaría ir a cenar conmigo.

Yo realmente tenia ganas de verla, pero no pude evitar pensar que mi ducha no funcionaba y que tal vez si ella quería intimar, me iba a ver en una situación comprometida, por lo cual decidí darle una excusa para retrasar la cita un día con el fin de que el sábado estuviese reparada la ducha. Pero ella me dijo que no podía ser, el sábado había quedado con su familia y el domingo partía de nuevo a otra ciudad, tenía que ser impepinablemente el viernes.

Finalmente accedí a vernos aquella noche, ya me las apañaría para salir airoso de la situación.

La jornada laboral ya tocaba a su fin cuando entro en el bar una de mis tías:

-Hola, ¿qué tal?.- Me preguntó con una gran sonrisa.

-Hola, pues bien, aunque no veo la hora de salida (risas).- Le devolví la sonrisa

-Ponme una cerveza anda.

Continué atendiendo a los clientes y acercándome a charlar con mi tía cuando podía. Una de las veces ella me preguntó:

-¿Te pasa algo?, pareces pensativo.-

-Pues si, ¿te acuerdas de Laura?.-

-¿Tu amiga del colegio que se fue a vivir fuera?.- La cerveza mojaba sus labios y hacia resaltar el rojo de su pintalabios.

-Si, a venido de fin de semana y me ha dicho que le apetece quedar esta noche a cenar y ponernos al día de todo.- Le contesté secando unos vasos que acababa de lavar.

-Suena bien, ¿cuál es el problema?.-

-Tal vez ninguno, pero si ella quisiese... ya sabes, después de la cena...- Dije algo cortado por si me escuchaba alguien.

-¿Si?.- Insistió ella

- Que mi calentador se rompió ayer y no puedo ducharme, no es que vaya sucio (risas), pero después de pasar el día aquí ¿a quien me arrimo yo?.-

-¡Ah!, ¿es eso, y como no me lo has dicho?, vente a casa, te duchas allí y problema resuelto.- Sonrió

-¿Si?, ¡gracias!.- le di dos besos.
Esa misma tarde al acabar mi turno fui a casa a recoger ropa para cambiarme y me dirigí a casa de mi tía, que vivía bastante lejos.

-Hola, soy yo.- Dije cuando contestó el telefonillo

-Ah, sube.- Abrió la puerta.

Me recibió en albornoz con una toalla enroscada en su cabeza:

-Acabo de salir de la ducha, al final me liado un poquillo y se me a echo tarde. ¿quieres tomar algo?.-

Mi tía es una mujer de 37 años, soltera, a pesar de tener varios interesados. Ella es alta, con unas piernas larguísimas. Ojos marrones, morena. Verla en albornoz me sorprendió ya que es una persona muy coqueta y siempre va bien arreglada.

-Vale,¿ tomamos un café?.


Charlamos de cosas triviales mientras se preparaba el café y luego nos sentamos a la mesa

-Lamento no poder ofrecerte nada mas, he tenido un día de locos y no he podido hacer ni la compra.- Dijo mostrando su cansancio.

-No te preocupes, yo lamento no poder quedarme mas rato, pero me tomo el café, me ducho y me voy que no me gusta hacer esperar.-

-(Risas), tranquilo seguro que ella llega tarde.- Bromeó

En un momento determinado de la conversación me vi hipnotizado por sus largas piernas y no pude evitar seguirlas con los ojos, el albornoz dejaba ver gran parte de su muslo y he de
confesar que me excité. No se si ella se dio cuenta o no, pero durante todo el rato ya no pude quitarme de la cabeza que detrás de ese albornoz estaba completamente desnuda. Me pregunté si llevaría ropa interior o no.

-Ay, que cansada estoy, te explico donde están las cosas en el baño y me voy al sofá.-

Fuimos al baño. -Aquí tienes las toallas.- Se agachó dentro del pequeño cuarto y su culo casi rozo mi paquete, me excite muchísimo. - Aquí el gel y el champú.- Continuó

-Y aquí dejas la ropa y te la lavare.- Señaló un pequeño baúl que había en una esquina.


Ella salió del cuarto de baño y yo me dirigí a la habitación de mi tía donde había dejado mi mochila
con la ropa para cambiarme, pero estaba tan excitado que una vez allí pensé que simularía haber olvidado la ropa en el cuarto y así aumentar el morbo.

Volví al baño y comencé a desnudarme, al abrir el pequeño baúl para meter la ropa, vi unas braguitas blancas con un piolín en la parte de delante, pensar que no hacía ni una hora que se las había quitado aumento mi morbo y no pude evitar cogerlas, las olí, las toque y las volví a dejar en el sitio. Durante la ducha no se que estaba más caliente si el agua o yo. Pero llegó el momento de salir de la ducha y yo con la ropa en el cuarto de mi tía, pensé en enroscarme la toalla a la cintura y llamarla para que me trajese la mochila. Pero entonces afloró mi parte exhibicionista y decidí ir desnudo hasta el cuarto, y si me veía me disculparía con ella con el pretexto de haber olvidado la ropa.

Abrí la puerta y salí del baño completamente desnudo y empalmado, al pasar por la puerta del salón, pude ver a mi tía tumbada en el sofá, me dio la impresión de que estaba dormida, de modo que entre al cuarto bastante decepcionado por la experiencia. Me vestí, entre al salón y efectivamente mi tía dormía placidamente, me acerque y le di un beso en la frente

-¿Ya te vas?.- me preguntó abriendo los ojos

-¡Vaya!, no quería despertarte, a sido como en la bella durmiente (risas).-

- (Risas), ¿quieres decir que eres mi príncipe?.-

Yo enrojecí y no supe que decir, entonces ella empezó a reírse y me apresuró a marcharme.

-Hola, ¿llevas mucho esperando?.- Pregunto Laura al llegar

-No, tranquila, además esperar a alguien como tu es un verdadero placer.- Le di dos besos

- Tenía muchas ganas de verte, ¿entramos al restaurante?.-

- Si, las damas primero (risas).- Abrí la puerta y esperé a que entrase para poder disfrutar de su vestido de noche con la espalda abierta.

- Gracias, siempre eres tan atento....-Dijo sonriendo

- No siempre, no siempre.- Bromeé

La cena transcurrió agradablemente, con coqueteo por ambas partes.

- Ha sido una noche estupenda, pero ahora he de marcharme que mañana tengo un día...- Dijo ella. - Muy bien, pues te acerco a casa.- Le dije

Una vez en el coche me dijo -Mañana tengo un día ajetreado, pero no quiero dejar pasar esta oportunidad.- Sonrío pícaramente.

- ¿Que quieres decir?.- Pregunte

- Vamos... no seas malo, ¿vamos a tu casa?.-

- Si estás dispuesta a no dormir en toda la noche...- Bromeé


Una vez en mi casa nos dejamos caer en la cama entre besos y caricias.

- Espera.- Dijo ella levantándose de la cama y poniéndose delante de mi dejó caer su largo vestido, luego se quitó las gafas y se soltó el pelo dejándolo caer sobre sus hombros.

- Eres preciosa.- Dije al tiempo que me levantaba y abrazándola la bese. Suavemente la tendí en mi cama y empecé a recorrer todo su cuerpo con mis labios. Primero le bese el cuello, bajando por su pecho después, eran unos pechos firmes y pequeños. Su ombligo parecía llamarme, de modo que baje mis labios hasta él. Cuando ella ya pensaba que iba a su sexo, lo pasé de largo y continué bajando por sus piernas, sus pies, y volví a subir hasta sus muslos, acariciando su vulva, besándola y finalmente empecé con el sexo oral. Mi lengua acariciaba su clítoris, primero despacio, luego mas deprisa y de nuevo despacio y viciversa. Ella comenzaba a menear las caderas y a retorcerse en la cama, su respiración agitada y sus gemidos me excitaban sobremanera. Al fin agarro mi cabeza y la apretó hacia ella. Sus gemidos en ese momento se volvieron mas escandalosos y finalmente noté como eyaculaba en mi boca.

Me incorporé y la bese con mucha pasión. Ella sin mediar palabra me tumbo boca arriba y se dispuso a cabalgarme cual caballo salvaje, sus caderas se movían arriba y abajo, hacia delante y hacia atrás y en círculos, mientras sus gemidos volvían a salir de sus labios. Entonces la tumbe sobre mi y tomé las riendas, no tardo en correrse de nuevo y con la voz entre cortada me dijo -No te has corrido.-

- Por que aun sigue el juego ¿no?.- Le conteste - túmbate boca abajo.- le dije, aparté su pelo de la espalda y empecé a besar el cuello, luego la espalda, la acaricie con mis manos hasta llegar a su culo, lo bese, lo lamí, lo azote y lo abrí lamiendo su ano después.



- Espera.- Le dije justo antes de irme hacia la cómoda y sacar unas esposas.


-¿Que haces?.- Me preguntó cuando noto el frío hierro contra sus muñecas


- Tranquila.- La esposé al cabecero de la cama y levanté sus caderas obligándola a arrodillarse en la cama para penetrarla de nuevo por su vagina al tiempo que azotaba su culo

- Ah... Oye...- Dijo entrecortadamente ella.

- Ssssh... se una niña buena.-

- Lo soy... soy... soy una buena... chica.-


- Eso lo tengo que decir yo.- Continúe azotando sus nalgas

- Ah... me gusta, me... me haces sentir como una... una puta.-

- Me encanta... que... te... sientas asiiiiaaahh...- Me corrí

- Ahhh...me encanta... desátame...- Me pidió unos minutos después

- ¿Que te desate?, la noche acaba de empezar.- Le mordí ligeramente una nalga como gesto cariñoso.

- Pero...yo no puedo mas y mañana he de madrugar.- Replicó ella.

- Está bien, ya me cobraré esto la próxima vez.- Bromeé mientras le quitaba las esposas.

Rápidamente se abrazó a mi, comenzó a besarme y morderme el cuello

- Aahh.. para... para por favor...- Pero ella hacía caso omiso y continuaba mordiendo mi cuello

- Ah... no... pa...pa...raaaahhh por... porf...- No pude aguantar mas y la aparté de mi bruscamente, la tumbe en la cama y aun cayeron un par de polvos mas antes de llevarla a su casa.


Al día siguiente, aún dormía cuando mi móvil me despertó

- ¿Si?.- Descolgué sin mirar quien llamaba.

- ¿Aun dormido?.- Preguntó mi tía al otro lado del teléfono

- Si... ¿qué hora es?.-

- Las doce de un domingo maravilloso.-

-....- No respondí

- ¡Oye!, no te duermas. Venga te invito a comer, te espero dentro de una hora, no me falles...-

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